Un corazón delator hirió mi pecho ya no quedan más que
cenizas. Un aroma de flamas que hoy me arroja al infierno.
Fue mi vicio..
Paso mis noches recordando los días en que buscaba su rostro
entre tantas miradas cruzando a prisa. Mis recuerdos son vagos, todos vagos mezclados
de sudor y texturas de un papel tal vez de
varios.. Con manzanas de firmas poco maduras. Añorando aquella isla fantástica
llega el insomnio y la tesitura de una voz que raspaba mis madrugadas. Hoy todo
se ha extinguido.
Trozos de mi alma vagan en la habitación mientras mis
lágrimas caen al piso sin ser escuchadas. Resbalan de mis mejillas como en aquellos
días fríos de dolor intenso en los tobillos donde mis historias enjauladas
colgaban de escalofriantes ramas y parabrisas.
Las mentiras, las promesas rotas y las ilusiones llegan con
la aurora y nombres arroja el día cegando mis ojos zurciendo mis labios vedando
los te quiero.
No es que haya dejado de quererle es que escuchar su voz una
vez más me rompería pues sé que aquí no pertenece. ¿Quién quisiera por amor ir
al infierno..?
Mutable, abrupta, demente. Me repito a solas. Los
sentimientos no se codifican cuando no hay nadie leyendo.
No fui su sueño y rendida caigo y sueño sentir de nuevo mis
alas cuando él abrazaba mi cuerpo y el éxtasis me arrojaba a ese lugar sin
saber que ese lugar era el mismo infierno.
γ.ک