Tantas veces me han ilusionado las palabras que se van al ver que no es tu imagen la que escribe, y el mismo suspiro me ha encontrado jurando no caer màs en mi propio engaño..
No me preguntes cuanto tiempo te he esperado
pues decir cien años me quedarìan cortos..
No cuestiones esto que siento
¿Còmo?, ¿Por què? o ¿Hasta cuando?
Son preguntas que me hacen daño.
Solo puedo responder con un silencio
bajando un poco el mentòn y
sellando los parpados para que
las palabras puedan tejer la imagen
a quien le hablo..
Dentro de esta resignaciòn
en ocasiones asoma tu aroma y
debo confesar, me inquieta tanto
que muerdo con fuerza mis labios
para no soltar tu nombre gritando.
Mi piel frìa se ha acostumbrado
a lo que mi corazòn aùn no comprende
a que hay razones de sobra y a veces..
Solo a veces, como en este caso,
no basta uno, deben ser dos
corazones, los enamorados.
Sè que tus ojos no agigantaràn sus pupìlas
pues no estaràn pendientes de estas lìneas..
Los siento lejanos, como jamàs antes,
ni en otras vidas.
Mas no puedo callar lo que va soltando mi mano
estas verdades que quiebran el alma mìa
y una mano.. Esa tu mano frìa.
Y aunque en el fondo deseo lo leas
sujeto con fuerza a mi niña indefensa
que a media luz de su habitaciòn de adulta
prendiendo un cigarrillo me dice firme
aunque sea demasiado grande el deseo
amar implica dejarlo libre.
γ.ک