Hace tiempo, alguien me dijo un par de palabras, creando en mi una revolución de ideas y sentimientos, a lo que la razón dijo:
"A las palabras se las lleva el viento."
Pero la culpable fui yo por haber pasado tantos años escuchándola frente al espejo por lo que la razón se volvió caprichosa tanto que aparecía en cualquier momento sin llamarla.
Fueron ese par de palabras las que me impulsaron a enfrentarla. La reté a un póquer apostando lo único que poseía en aquel momento; soledad y monotonía. Pero la misma inocencia me hizo perder de vista la astucia de la razón, misma que me permitiò ganar el juego sin mostrar la flor que traía de mano. Una vez habiendo ganado el juego disfrute de la conquista sin saber que la razón había sembrado en mi una maligna semilla que germinarìa cuando en su punto más alto el amor estuviese.
Y comencé a disfrutarlo tanto, sin saber lo que vendrìa. Me bastaba verlo para creer lo que me decían sus labios. Aparecía en mis sueños. Me sonrojaba al nombrarlo. Me satisfacía leer un par de líneas entre versadas..
Y para cuando el amor se sitùo en su punto más alto el germen ya había ramificado a mi cerebro y fue allí donde comenzaron las dudas y pronto apareció el miedo. Escondí los besos que me pedía. Le negué caricias. Le negué mis noches.. ¡Pues ya le daba mis días! Jamás pensé necesitarle tanto.. Ni pretendí sentir esa ansiedad al recibir tan siquiera un; Hola, como has estado?
Y sufrí tanto por ese germen viendo cosas que no existían que le reproché al tiempo que apareció lento, en cada arruga, sembrando junto a la razón la semilla del miedo.
Tiempo después se abrió paso el silencio y descubrí sollozos que eran míos al leer palabras de amor que no eran para mi.
Y él se fue exigiendo besos a otros labios, llenando sus ojos y mejillas de caricias sonrojadas, pasando día y noche entre otros brazos que no eran los míos.. Y ese par de palabras se fueron tras Lola. Palabras envueltas en rosas.
Y lo poco que conmigo existía se fue al carajo.. Pues se fue acabando el amor cuando apareció el miedo.. Ese magnate silencioso que devora cerebros.
γ.ک.