21.5.11

Piezas de humo.



Pensaba comenzar con un anagrama pero sus letras pesarían más que el fardo . Quisiera gritar al mundo su orden. Soltar mi historia sin más preámbulos. Pero ya todos están hartos de escucharla y yo.. Impaciente de escupir su nombre.
La psicología no explica el porque persiste esa historia en mi memoria y dios no contesta nada, quizás alude que no existe.
Todos en el mundo tienen una historia que contar, repleta de esas cosas.. Esas cosas que al ser narradas avivan y hacen que la historia persista en boca de muchos, pero la mía.. Mi boca se ha olvidado de como hablar.
Y sé que mi historia es solamente un cúmulo de vagas ilusiones, envueltas en recuerdos irreales, pero.. ¿Acaso por eso debo dejar de pensarla? ¿De sentirla? ¿De avivarla? ¿Acaso jamás debo contarla?

Mis ojos han cambiado al cabo de estos últimos años y no es para menos pues observar durante todo este tiempo números escondiendo letras y letras revelando su nombre.. Son mis secretos, tan míos que nadie, ni esa mi historia conoce. Son secretos formados por humo.
Mi historia es breve, pues como obra de arte, bastó una mirada para cautivarme. No sé cual sea su platillo preferido ni se que libros prefiera leer o si en vez de libros prefiere algún film o simplemente gusta de perder el tiempo contemplando lo que le gusta.. ¡Yo no sé que le gusta! Y he perdido el sentido de la vista en esa búsqueda ya ni recuerdo para que o como es que se mira. Y así de a poco me he quedado sin rostro.
Todo se ha convertido en un absurdo juego de ajedrez, donde no es factible ganar ya que me es imposible mover las piezas que son de humo.
¿Serè la única a la que le pasa esto? ¿Serà acaso el jaque al rey la victoria o acaso será la revelación de un secreto del alfil la verdadera conquista?
Hay demasiadas preguntas en mi mente, se disparan todas juntas al tiempo en que una respuesta a todas estas enclaustrada queda en mi mente sin querer salir..
Hay un nombre enmarañado de números, me persigue todas las noches.. Lo he arrastrado con mis pies descalzos, insomnes y torpes ya toda mi casa huele a ese nombre.
Poca fuerza me queda y el tiempo, como muchos nefastamente me lo recomendaban, no ha servido para olvidarle.
Pensaba comenzar con un anagrama y gritar al mundo su nombre pero sin darme cuenta me salió un acróstico por los ojos.. 
Ojos en esa su cara oscura,
de un dragón que antes fue hiel.
Empuñando su espada al compás de orff,
raptó las rosas a las que permitiò mi pecho rasgar.
Fauno fauvista obseso del plumaje,
los gansos escondieron toda su maldad,
abriendo en mi corazón fatuas plumas de oro. 

Pero ni el más bello acróstico tendría sentido, su voz no se iría de mis oídos sordos, su aroma no se desprendería de mi piel y mis sueños no cesarían, recuerdo que allí soñando lo encontré entre el fuego de una fogata que llamaba a la bestia y lo perdí entre el humo que desvanecía una ambientacion de los años setenta, jamás me percaté de nuestros cuerpos que se esfumaban ni me percaté que la bestia allí estaba.
De lo que fue mi rostro hoy no queda nada.. No hay ojos ni más historias que mirar, mi boca no cuenta nada por que no hay nada que narrar.. Y yo me pregunto.. ¿Por que diablos no me quedo totalmente sorda? Para que su voz deje de escuchar.
γ.ک.   

No hay comentarios:

Textos más leídos

La música.. Ese movimiento, lenguaje que el abandono y el quebranto engendran.