18.1.11

Una fotografía.

Comenzó de nuevo. Justo pasada la media noche lo encuentro detrás de la puerta de mi habitación. Deforme y enojado con sus ojos saltónes y sus manos exageradamente largas, esperando ahorcarme. he fingido no verlo mas esa cosa sabe que no es así. Me conoce tanto que pienso lo hace más que yo. Cada uno de mis temores los sabe y los utiliza para atormentarme. Pone agujas y alfileres en el retrete y coloca espejos, que me vuelven loco, frente al lavabo. Detesto tener que pararme después de la media noche para ir al baño pues me aterra lo que pueda encontrar allí.
Lo vi por vez primera cuando tenía tan solo cuatro años, lo recuerdo bien. Jamás les conté a mis padres, temía que me pasara lo mismo que a Adelaida, mi hermana mayor, murió en un hospital psiquátrico. Tengo escasos recuerdos de ella y todos son perturbadores, como su camilla con sus múltiples cuerdas de cuero que pellizcaban sus gemidos por las noches. Ni una pizca de ganas me quedaba por contarles sobre mis visiones a mis padres. 
Escasas fotografías guarda el álbum familiar, Adelaida con su camisa de mangas largas abrazando su esquelético cuerpo, Adelaida en imágenes perturbadoras advirtiéndome algo con la mirada.. ¿Que observaba ella que yo no viera? Llegue a pensar que la misma cosa, que aparece pasada la media noche, nos había vigilado y atormentado a los dos y la misma cosa había sido la causante de la locura de mi hermana.
Mi madre, una actriz desempleada, motivo por el cual nos guardó rencor, es tierna pero algo extraña. Habla poco de Adelaida y bastante de mi, exige demasiado hasta a ella misma. En ocasiones inventa historias que jamás he cometido, las cuenta frente a sus amigas que la visitan, son escasas y un par de ellas no han vuelto jamás.En cuanto a mi padre, no sé precisamente como definirlo, es de esas personas introvertidas que un día son de una forma y al otro parecen no ser ellos en lo absoluto. Lo veo seguido disparando en el jardín, creo es cazador aunque no sé de que.. Deambula por la casa antes de ir a dormir y se pasa colocando sabanas, bordadas con una cruz en el centro, sobre los espejos de todas las habitaciones, nunca he entendido el por que lo hace ni tampoco se lo he preguntado. Según mi madre, dichas obsesiones le surgieron a raíz de la muerte de Adelaida, pero en fotografías he visto lo contrario ya que mientras todos posan delante de la cámara mi padre se observa en el reflejo de algún espejo siempre de espaldas a la cámara. 
Son las tres de la mañana, tengo ganas de orinar, pero sé que detrás de la puerta espera la cosa demoníaca y aunque hoy no me aterra en lo absoluto, no saldré y tal vez cuando lo haga sea en una camilla..
Por la tarde, mientras mis padres caminaban por el jardín, abrí el cofre de Adelaida buscando algo para recordarla cuando tenía la misma edad que hoy cumplí, para mi mala fortuna encontré una fotografía que me da indicios suficientes para pensar que hay otra bestia en casa, una bestia peor a la que me vigila. Esta bestia es sanguinaria, malvada, extraña y ante la cual no debo temer mas bien horrorizarme pues no solo tiene rencor también odio.. La misma bestia que enloqueció a mi hermana y la mando a la tumba envuelta en visiones horripilantes, misma bestia que posó un revolver en la mano antes firme de papá.
No soltaré esta imagen, tal vez sea mi única esperanza. Adelaida a sus catorce años,lleva un bulto en su vientre y sonríe abrazando a papá. Detrás de ellos una imagen, parece ser mamá pero no es mamá..
γک.

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